24 septiembre 2010

Monólogos de la vagina pasó otra vez por Mendoza

Monólogos de la vagina se presentó nuevamente en Mendoza este sábado con elenco renovado, pero con la misma fuerza que logró que el texto de la norteamericana Eve Ensler se tradujera a 45 idiomas y llegara a más de 130 países.

La primera vez que esta obra se vio en la provincia fue en 2001. María Leal, Emilia Mazer y Claribel Medina se destacaron en sus roles y hubo buena química entre ellas durante la mayor parte de la obra, que –al igual que en su primera puesta en escena en Argentina– fue dirigida por Lía Jelín. Esta vez la producción vino de la mano del renombrado Javier Faroni.

Unos 800 mendocinos vieron a la experimentada Leal usar su voz y presencia sobre el escenario como el hilo conductor de una serie de monólogos inspirados en las más de 200 entrevistas que la autora realizó para darle forma a la obra.

Mazer merece una mención aparte por ser quien mejor consigue la transformación en los diferentes roles que interpreta.

Quizá porque le tocan dos de los monólogos más divertidos y participativos. En uno interpreta a una mujer espantada porque su marido le pide que se depile sus partes íntimas antes de tener relaciones y en otro, a una abogada devenida prostituta bisexual.

Medina, en tanto, se lleva el logro de conseguir una buena respuesta del público interpretando la más dura de las historias: la de una mujer violada durante la guerra. Ese monólogo es el más intenso de la obra y el que generó algunas lágrimas entre los espectadores y dejó hasta a la propia actriz emocionada una vez terminado.

Durante la hora y media que duró la presentación se fueron sucediendo historias de mujeres de diversas razas, orígenes y religiones que hablan y se preguntan sobre aquellos temas inherentes a la sexualidad y anatomía femenina, que son tan viejos como la humanidad misma. Es así que tópicos como las incómodas visitas al ginecólogo, el parto, los orgasmos, los distintos tipos de gemidos durante el sexo, la creación de los tampones y los nombres que se le da a la vagina en todo el mundo hicieron brotar las risas y aplausos de mujeres, y alguno que otro hombre, en el teatro Plaza de Godoy Cruz.

Gracias a una lograda puesta en escena, que no es más que tres banquetas y mesas donde las actrices dialogan entre ellas, la obra cuenta con el distintivo de darse con la naturalidad propia de una charla entre amigas. Otros puntos a favor de la producción son que motiva la participación del público en algunos momentos y que menciona elementos típicos de la provincia.

Prueba de ello fue el siguiente diálogo: “Si tu vagina se vistiera, ¿qué usaría?”, preguntó Leal. A lo que Medina respondió: “Una camiseta del Tomba”, y estallaron las risotadas en la sala.

Publicada en Diario UNO Impreso y http://www.diariouno.com.ar/
Autor: Selva Florencia Manzur.

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