"Las maratones de lectura se convirtieron en la forma de celebración más recurrente para el Día Internacional del Libro. En nuestro país tuvieron su epicentro en la Feria, pero también en varias ciudades del interior. En tanto que artistas, políticos, deportistas y personalidades de la cultura le pusieron voz a "Cien años de soledad", en Colombia y Venezuela, y a "Don Quijote", en España y México."
Clarin, 23/04/07
Cuando leí esto me alegré, pero después comencé la lectura semanal de la revista Ñ (tarea que cada semana emprendo con gran ansiedad) y me quedé triste -aunque no sorprendida- de que según estadísticas la mitad de los argentinos no ha leído un solo libro en el último año. Como si esto fuera poco, en un país donde los cuentistas durante mucho tiempo fueron "export material" por su calidad y trascendencia, editar libros de cuentos ya no es rentable...solo cuentan las novelas.
Es triste pensar que la cuna de Jorge Luis Borges, Julio Cortazar, Adolfo Bioy Casares, Roberto Arlt y Ernesto Sábato sea una cuna de niños cuyo amor por la lectura no es cultivada, digo esto porque siempre creí que el amor por los libros es una cátedra en la que se debe cultivar y enseñar a respetar y amar a la letra impresa.
Una persona a la que no le gusta leer o no tiene en sus manos un libro por años es alguien a quien nunca le mostraron un libro que valiera la pena leer, un libro que no se pudiera dejar sin terminar, un libro "atrapante".
Esa enseñanza de los libros, y la riqueza que traen con ellos, esta en la escuela, en la casa, en los medios, en el gobierno y en el hincapié que ellos hagan en este ámbito, en esta práctica. Da gusto ver un fenomeno como el de la feria del libro, pero también sería de aún más agrado ver que se leyeran tantos libros y se los celebrara más de una vez al año. Porque como en cualquier guerra, luchando se irán ganado más adeptos...
Selva