30 enero 2013

¿Qué hacemos con Ben Affleck?

Foto: facebook.com/argomovie.
El culebrón del verano este año en Estados Unidos es la carrera hacia el Oscar. Nunca se dieron tantos factores que hicieran imposible predecir cuál será la ganadora. El desaire de la Academia a Ben Affleck como director de Argo provocó una infinidad de críticas y análisis especulando si podría ganar, a pesar de no estar nominado en la categoría de mejor director.
La única chance de Affleck es que los Oscar permitan lo que se llama “write in”, donde los votantes escriben un nombre en vez de elegir a un nominado. Sólo se dio dos veces: primero en 1934, cuando la ausencia de Bette Davis en la categoría de mejor actriz hizo que sus colegas la reconocieran de esa manera, aunque no ganó. Al año siguiente, pasó con Hal Mohr, quien sin estar nominado ganó.
Pero las chances de que la Academia lo permita este año son nulas porque complicaría la votación electrónica con la que debutaron este año.
¿Cómo se puede arreglar el error? Reconociendo que Argo es mejor cinta que Lincoln y dándole la chance a Affleck de subir al podio. No obstante, sólo una vez en 80 años ganó una cinta cuyo director no estuvo nominado por su labor.
En cuanto a cómo se perfila la carrera, hay que entender que, aunque los Globos de Oro le dieron impulso aArgo, ninguno de los votantes de la Asociación de Prensa Extranjera vota en los Oscar. En cambio, los galardones del Sindicato de Actores (SAG) sí cuentan, porque los actores son la rama más populosa de votantes en los Oscar.
Asimismo, los premios que otorga el Sindicato de Directores –que se entregaron este sábado– vienen coincidiendo con los Oscar en la última década. Si Lincoln pierde en esa competencia, la gran ganadora será Argo. En dos ocasiones, este premio pateó el tablero: en 2009 Vivir al límite ganó cuando la favorita era Avatar, y en 2011 prevaleció El discurso del rey por sobre La red social.

Por Selva Florencia Manzur
Publicado en Diario UNO de Mendoza.

09 enero 2013

Abel Pintos, viviendo un día a la vez




Decir que la temporada de festivales de verano se viene con todo tiene otro tenor si hablamos de Abel Pintos. El músico nacido en Bahía Blanca, Buenos Aires, dará 50 recitales en dos meses y medio. De lejos, parece una labor titánica, pero para él no es más que la tarea para la que se preparó toda su vida.
Dispuesto a deleitar con su voz y carisma esta noche en la Fiesta Nacional del Chivo, en Malargüe, el músico nos atiende desde las oficinas de la productora Dharma, en Buenos Aires, y brinda una charla amena sobre su presente y futuro. En 2013 quiere grabar un nuevo disco y volver a salir de gira.
Pero a medida que transcurre la conversación, es igual de interesante escucharlo hablar de todo lo que quiere hacer a futuro. Entre sus proyectos están actuar, producir a otros músicos y hasta escribir un libro, aunque si hay algo que Abel Pintos entiende es eso de no apurar el presente y por ello repite con calma: “Más adelante, cuando tenga el tiempo, lo haré”.
Sorprende su mentalidad en una época en la muchos buscan conquistarlo todo ya, en “cinco minutos de fama”.
El hit prestado: Cactus
–Tuviste un año excelente en lo profesional. ¿Te sorprendió la rotación que tuvo en las radios Cactus? Porque todavía sigue sonando...
–La verdad que sí, porque después de muchos años usé una canción que no era mía como corte de difusión de un disco. Para un artista, el corte de difusión es algo muy significativo porque es la carta de presentación de lo que después resulta el resto del disco. Hacía varios años que esa canción siempre era de mi autoría, pero poder crear de una canción de otro autor un clásico propio es muy difícil. Por eso me sorprendió y me puso muy contento lo que pasó con Cactus.
–¿Te quedó el gustito por hacer otro disco con canciones de otros artistas? Porque debe haber muchas canciones que te gustan y que te encantaría grabar...
–No me quedó como materia pendiente porque cuando empiezo a pensar en un disco, compongo canciones porque puedo hacerlo y a veces, siento que hay canciones de otros autores que pueden complementar el mensaje que mis canciones apuntan a transmitir. Cuando pasa eso, simplemente la elijo y la interpreto. Ahora estoy componiendo y es lo que me gusta.
Armar las valijas para la ruta
–Estás embarcado en una gira muy fuerte hasta marzo, ¿cómo te preparás para dejar tu casa y salir a la ruta?
–Cuando se trata de giras muy largas como esta o como la que viví con Sueño dorado, siempre tengo una preparación física y vocal muy intensa, porque canto muchos días seguidos y tengo que estar preparado. En este caso, entre enero y marzo, vamos a hacer 50 conciertos, entonces entre los shows y los viajes tengo que prepararme. De hecho, la preparación física es muy cercana a la que realiza un deportista frente a un evento importante. Trabajo con nutricionistas, gente que se encarga de que haga deporte y gente que me ayuda en lo vocal. También trabajo lo espiritual, porque somos un todo y frente a tanta intensidad, tengo que tratar de estar preparado lo mejor posible.
–¿Cuando salís de gira, qué es lo que no puede faltar en tu valija?
–Libros.
–¿Y esta vez cuáles elegiste?
–Como en esta gira hago algunos shows, vuelvo a Buenos Aires dos o tres días y después vuelvo a salir, ando llevando de a dos. Los últimos dos que leí fueron De qué hablo cuando hablo de correr y Tokio Blues. Ahora, cuando salga de nuevo, antes de armar la valija, tendré que ponerme a elegir otros de la biblioteca.
–Siendo que sos un ávido lector, ¿has pensando en escribir un libro? 
–Me encantaría realmente y alguna vez seguro lo voy a hacer, pero necesitás tiempo para eso. De hecho, en De qué hablo cuando hablo de correr se hace un puente entre lo que es la preparación física antes de una maratón con la preparación previa para escribir un libro. Sé que hoy no tengo ese tiempo disponible, pero alguna vez cumpliré esa fantasía.
Es tiempo sólo del nuevo disco
–Estás embarcado en la preproducción del sucesor de Sueño dorado...
–Tenemos pensando editarlo cerca de octubre de este año. Entre abril y agosto no voy a dar recitales, voy a tomarme un mes y medio para descansar y después empezaré a grabar el disco nuevo. Por ahora, estamos pensando en las canciones y el mensaje.
–¿Te proponés algo en particular con este nuevo trabajo?
–Va a ser un disco que va a marcar cosas nuevas y tiene como propósito seguir sorprendiendo tanto al público como a mí mismo, tanto en los conceptos musicales, como líricos y de interpretación.
–Hace un tiempo dijiste que te gustaría actuar, ¿te llegaron propuestas?
–Sí, he tenido propuestas, pero creo que a cada cosa que quiero desarrollar, quiero dedicarle su tiempo, no hacerla porque sí nada más. No me gusta correr porque sé caminar (risas). Prefiero hacer las cosas con tiempo y hacer algo que esté a la altura de la circunstancias.
–También dijiste que tenías ganas de profundizar la faceta de productor musical, ¿has podido?
–Sí. Estoy encaminado y te repito, estoy buscando los tiempos. No estoy abocado a ningún proyecto, pero sí estoy recibiendo cosas y ofreciendo consejos a músicos que conozco, que admiro mucho y que tienen la amabilidad de contar conmigo a la hora de cerrar ciertas decisiones.
–Incluso, tenías la idea de trabajar con un mendocino, Sebastián Garay...
–Sí. Seguro que en algún momento vamos a hacer algo juntos. Algún día voy a estar del otro lado de la pecera o del otro lado del disco con él porque es un artista que admiro mucho y que, creo, tiene mucho potencial para desarrollar.
–Veo que la palabra clave en tu vida es “tiempo”. Te gustaría tener más tiempo para hacer todo lo que querés...
–No es que busque tiempo, sino que entiendo a qué cosas le quiero dedicar tiempo y cuándo. Porque no considero que haya más tiempo que el que estamos compartiendo vos y yo en este momento. No quiero acaparar tiempo hacia adelante.
–¿Qué música estás escuchando?
–Estoy disfrutando mucho de los discos solistas de Mark Knopfler, el cantante de Dire Straits, y estoy encantado. Además, estoy escuchando mucha música country, como Crosby, Still & Nash. Estoy descubriendo a Paul McCartney en su etapa solista y a Prince. Estoy conociendo cosas clásicas, que yo no había escuchado.
El soltero más codiciado 
–Bueno, vamos a lo importante. ¿Cuándo te vas a ponerte de novio?
–(Risas) Todavía no.
–¿Si te pusieras de novio, se lo dirías a una periodista?
–Sí. Siempre digo lo mismo: voy a hablar de mi vida privada en ese sentido el día que yo sienta que he transcurrido un tiempo prudente al lado de una persona de la que yo pueda hablar como parte de mi vida. En definitiva, soy joven y vivo muchas experiencias y aprendo, pero hablar de cada experiencia sería como malgastar esa energía de intimidad. Voy a hablar más abiertamente de temas como este cuando sienta que estoy viviendo una historia de verdad.
Por: Selva Florencia Manzur
Publicado en Diario UNO.

08 enero 2013

2012: el año en el que brilló la ficción

Jesse y Walter, en Breaking Bad.

Comerse las uñas por saber si Loly aceptaría que Andy es el hombre de su vida o aferrarse al asiento porque Walter White, el cocinero de metanfetaminas más querido de la TV, está a punto de ser atrapado. Esas son sólo algunas de las sensaciones que nos provocó en 2012 la televisión local e internacional. Sin embargo, fue la calidad de los productos emitidos en estos 12 meses la que evidenció que hace tiempo que la pantalla chica dejó de ser el hermano menor del cine.

Primero fue a través del aumento de los recursos de producción, con shows como CSI redefiniendo lo que podía hacerse en el formato de una hora semanal. Luego, con la importación de actores como Meryl Streep (en Damages) y Dustin Hoffman (Luck) a dramas televisivos. Pero el saltó más alto vino con las versiones para cine de algunas series, como pasó con Los Simpson y Sex & the City, que arrasaron en la taquilla.


Todos esos pasos no hicieron más que cementar el futuro de esta industria y aumentar el poder mediático y productivo de la televisión, convirtiéndola en el “MVP” –jugador más valioso– del 2012.

La revolución de Graduados
La tira de Sebastián Ortega, que terminó el miércoles, demostró que se puede apostar a la ficción siendo originales. Basta de mucamas que se embarazan del hijo del dueño de casa, era hora de cocinar nuevas historias. A fuerza de flashbacks y un elenco estelar –con Nancy Duplaá y Daniel Hendler a la cabeza–, Graduados logró el podio en el rating y el apoyo de las masas que sólo consiguen los programas de culto.

Su éxito no pasó desapercibido en el exterior y, pronto, TV Azteca, de México, estrenará su propia versión.

Dulce amor fue otra de las sorpresas del año, y aunque con actuaciones cuestionables, la novela probó que no hace faltar desarrollar una historia comprometida con la realidad para tener éxito, como sí ocurrió en el pasado con las ideas de Claudio Villarruel Vidas robadas y Montecristo.

Pero en Argentina, el 2012 fue año bueno para la ficción en general. En su segunda temporada, El hombre de tu vida se consolidó en su estilo, que está más cerca de la televisión estadounidense que de la nacional, con cada historia siendo unitaria y resolviéndose en capítulos de una hora.

Por el momento, está descartado que la ficción de Guillermo Francella tenga una tercera temporada, pero los capítulos ya emitidos se verán por el canal HBO y la serie se adaptará en Francia, Colombia, Italia y Turquía.

Otros productos que llamaron la atención fueron Tiempos compulsivos, 23 pares, Babylon y Mi problema con las mujeres. Además, se realizaron cerca de 40 ficciones a partir de planes de fomento impulsados por el Estado nacional. Esos productos se verán en canales estatales y algunos se pueden disfrutar gratis en www.cda.gob.ar.

En Mendoza se dio una hazaña soñada: series realizadas por mendocinos y emitidas en canales locales, como Bhiper Dumas, de Canal 7 Mendoza, o Historias clínicas, de Canal 9.

Los dramas más atrapantes
Su hay una industria en Estados Unidos que no se vio afectada por la crisis económica es la del entretenimiento.

Producciones como Game of Thrones, Sons of Anarchy y The Walking Dead tuvieron temporadas sólidas, que conquistaron hasta el más escéptico de los televidentes.

Dexter, en su séptimo año, recobró la fuerza que había pedido cuando los investigadores empezaron a ceñirse sobre el asesino que mata de noche y trabaja en una estación policial de día.

Breaking Bad siguió siendo la pasión de millones de personas en el mundo entero. La primera parte de su quinta y última temporada fue arrasadora y dejó a todos ansiosos por el estreno de sus episodios finales en julio de 2013.

Se puede seguir enumerando ejemplos, pero lo cierto es que la televisión creció y con tantos buenos productos dando vuelta es hora de dejar atrás el prejuicio de “la caja boba” y animarse a degustar el banquete.


Por Selva Florencia Manzur
Publicado en Diario UNO de Mendoza