30 enero 2013

¿Qué hacemos con Ben Affleck?

Foto: facebook.com/argomovie.
El culebrón del verano este año en Estados Unidos es la carrera hacia el Oscar. Nunca se dieron tantos factores que hicieran imposible predecir cuál será la ganadora. El desaire de la Academia a Ben Affleck como director de Argo provocó una infinidad de críticas y análisis especulando si podría ganar, a pesar de no estar nominado en la categoría de mejor director.
La única chance de Affleck es que los Oscar permitan lo que se llama “write in”, donde los votantes escriben un nombre en vez de elegir a un nominado. Sólo se dio dos veces: primero en 1934, cuando la ausencia de Bette Davis en la categoría de mejor actriz hizo que sus colegas la reconocieran de esa manera, aunque no ganó. Al año siguiente, pasó con Hal Mohr, quien sin estar nominado ganó.
Pero las chances de que la Academia lo permita este año son nulas porque complicaría la votación electrónica con la que debutaron este año.
¿Cómo se puede arreglar el error? Reconociendo que Argo es mejor cinta que Lincoln y dándole la chance a Affleck de subir al podio. No obstante, sólo una vez en 80 años ganó una cinta cuyo director no estuvo nominado por su labor.
En cuanto a cómo se perfila la carrera, hay que entender que, aunque los Globos de Oro le dieron impulso aArgo, ninguno de los votantes de la Asociación de Prensa Extranjera vota en los Oscar. En cambio, los galardones del Sindicato de Actores (SAG) sí cuentan, porque los actores son la rama más populosa de votantes en los Oscar.
Asimismo, los premios que otorga el Sindicato de Directores –que se entregaron este sábado– vienen coincidiendo con los Oscar en la última década. Si Lincoln pierde en esa competencia, la gran ganadora será Argo. En dos ocasiones, este premio pateó el tablero: en 2009 Vivir al límite ganó cuando la favorita era Avatar, y en 2011 prevaleció El discurso del rey por sobre La red social.

Por Selva Florencia Manzur
Publicado en Diario UNO de Mendoza.

09 enero 2013

Abel Pintos, viviendo un día a la vez




Decir que la temporada de festivales de verano se viene con todo tiene otro tenor si hablamos de Abel Pintos. El músico nacido en Bahía Blanca, Buenos Aires, dará 50 recitales en dos meses y medio. De lejos, parece una labor titánica, pero para él no es más que la tarea para la que se preparó toda su vida.
Dispuesto a deleitar con su voz y carisma esta noche en la Fiesta Nacional del Chivo, en Malargüe, el músico nos atiende desde las oficinas de la productora Dharma, en Buenos Aires, y brinda una charla amena sobre su presente y futuro. En 2013 quiere grabar un nuevo disco y volver a salir de gira.
Pero a medida que transcurre la conversación, es igual de interesante escucharlo hablar de todo lo que quiere hacer a futuro. Entre sus proyectos están actuar, producir a otros músicos y hasta escribir un libro, aunque si hay algo que Abel Pintos entiende es eso de no apurar el presente y por ello repite con calma: “Más adelante, cuando tenga el tiempo, lo haré”.
Sorprende su mentalidad en una época en la muchos buscan conquistarlo todo ya, en “cinco minutos de fama”.
El hit prestado: Cactus
–Tuviste un año excelente en lo profesional. ¿Te sorprendió la rotación que tuvo en las radios Cactus? Porque todavía sigue sonando...
–La verdad que sí, porque después de muchos años usé una canción que no era mía como corte de difusión de un disco. Para un artista, el corte de difusión es algo muy significativo porque es la carta de presentación de lo que después resulta el resto del disco. Hacía varios años que esa canción siempre era de mi autoría, pero poder crear de una canción de otro autor un clásico propio es muy difícil. Por eso me sorprendió y me puso muy contento lo que pasó con Cactus.
–¿Te quedó el gustito por hacer otro disco con canciones de otros artistas? Porque debe haber muchas canciones que te gustan y que te encantaría grabar...
–No me quedó como materia pendiente porque cuando empiezo a pensar en un disco, compongo canciones porque puedo hacerlo y a veces, siento que hay canciones de otros autores que pueden complementar el mensaje que mis canciones apuntan a transmitir. Cuando pasa eso, simplemente la elijo y la interpreto. Ahora estoy componiendo y es lo que me gusta.
Armar las valijas para la ruta
–Estás embarcado en una gira muy fuerte hasta marzo, ¿cómo te preparás para dejar tu casa y salir a la ruta?
–Cuando se trata de giras muy largas como esta o como la que viví con Sueño dorado, siempre tengo una preparación física y vocal muy intensa, porque canto muchos días seguidos y tengo que estar preparado. En este caso, entre enero y marzo, vamos a hacer 50 conciertos, entonces entre los shows y los viajes tengo que prepararme. De hecho, la preparación física es muy cercana a la que realiza un deportista frente a un evento importante. Trabajo con nutricionistas, gente que se encarga de que haga deporte y gente que me ayuda en lo vocal. También trabajo lo espiritual, porque somos un todo y frente a tanta intensidad, tengo que tratar de estar preparado lo mejor posible.
–¿Cuando salís de gira, qué es lo que no puede faltar en tu valija?
–Libros.
–¿Y esta vez cuáles elegiste?
–Como en esta gira hago algunos shows, vuelvo a Buenos Aires dos o tres días y después vuelvo a salir, ando llevando de a dos. Los últimos dos que leí fueron De qué hablo cuando hablo de correr y Tokio Blues. Ahora, cuando salga de nuevo, antes de armar la valija, tendré que ponerme a elegir otros de la biblioteca.
–Siendo que sos un ávido lector, ¿has pensando en escribir un libro? 
–Me encantaría realmente y alguna vez seguro lo voy a hacer, pero necesitás tiempo para eso. De hecho, en De qué hablo cuando hablo de correr se hace un puente entre lo que es la preparación física antes de una maratón con la preparación previa para escribir un libro. Sé que hoy no tengo ese tiempo disponible, pero alguna vez cumpliré esa fantasía.
Es tiempo sólo del nuevo disco
–Estás embarcado en la preproducción del sucesor de Sueño dorado...
–Tenemos pensando editarlo cerca de octubre de este año. Entre abril y agosto no voy a dar recitales, voy a tomarme un mes y medio para descansar y después empezaré a grabar el disco nuevo. Por ahora, estamos pensando en las canciones y el mensaje.
–¿Te proponés algo en particular con este nuevo trabajo?
–Va a ser un disco que va a marcar cosas nuevas y tiene como propósito seguir sorprendiendo tanto al público como a mí mismo, tanto en los conceptos musicales, como líricos y de interpretación.
–Hace un tiempo dijiste que te gustaría actuar, ¿te llegaron propuestas?
–Sí, he tenido propuestas, pero creo que a cada cosa que quiero desarrollar, quiero dedicarle su tiempo, no hacerla porque sí nada más. No me gusta correr porque sé caminar (risas). Prefiero hacer las cosas con tiempo y hacer algo que esté a la altura de la circunstancias.
–También dijiste que tenías ganas de profundizar la faceta de productor musical, ¿has podido?
–Sí. Estoy encaminado y te repito, estoy buscando los tiempos. No estoy abocado a ningún proyecto, pero sí estoy recibiendo cosas y ofreciendo consejos a músicos que conozco, que admiro mucho y que tienen la amabilidad de contar conmigo a la hora de cerrar ciertas decisiones.
–Incluso, tenías la idea de trabajar con un mendocino, Sebastián Garay...
–Sí. Seguro que en algún momento vamos a hacer algo juntos. Algún día voy a estar del otro lado de la pecera o del otro lado del disco con él porque es un artista que admiro mucho y que, creo, tiene mucho potencial para desarrollar.
–Veo que la palabra clave en tu vida es “tiempo”. Te gustaría tener más tiempo para hacer todo lo que querés...
–No es que busque tiempo, sino que entiendo a qué cosas le quiero dedicar tiempo y cuándo. Porque no considero que haya más tiempo que el que estamos compartiendo vos y yo en este momento. No quiero acaparar tiempo hacia adelante.
–¿Qué música estás escuchando?
–Estoy disfrutando mucho de los discos solistas de Mark Knopfler, el cantante de Dire Straits, y estoy encantado. Además, estoy escuchando mucha música country, como Crosby, Still & Nash. Estoy descubriendo a Paul McCartney en su etapa solista y a Prince. Estoy conociendo cosas clásicas, que yo no había escuchado.
El soltero más codiciado 
–Bueno, vamos a lo importante. ¿Cuándo te vas a ponerte de novio?
–(Risas) Todavía no.
–¿Si te pusieras de novio, se lo dirías a una periodista?
–Sí. Siempre digo lo mismo: voy a hablar de mi vida privada en ese sentido el día que yo sienta que he transcurrido un tiempo prudente al lado de una persona de la que yo pueda hablar como parte de mi vida. En definitiva, soy joven y vivo muchas experiencias y aprendo, pero hablar de cada experiencia sería como malgastar esa energía de intimidad. Voy a hablar más abiertamente de temas como este cuando sienta que estoy viviendo una historia de verdad.
Por: Selva Florencia Manzur
Publicado en Diario UNO.

08 enero 2013

2012: el año en el que brilló la ficción

Jesse y Walter, en Breaking Bad.

Comerse las uñas por saber si Loly aceptaría que Andy es el hombre de su vida o aferrarse al asiento porque Walter White, el cocinero de metanfetaminas más querido de la TV, está a punto de ser atrapado. Esas son sólo algunas de las sensaciones que nos provocó en 2012 la televisión local e internacional. Sin embargo, fue la calidad de los productos emitidos en estos 12 meses la que evidenció que hace tiempo que la pantalla chica dejó de ser el hermano menor del cine.

Primero fue a través del aumento de los recursos de producción, con shows como CSI redefiniendo lo que podía hacerse en el formato de una hora semanal. Luego, con la importación de actores como Meryl Streep (en Damages) y Dustin Hoffman (Luck) a dramas televisivos. Pero el saltó más alto vino con las versiones para cine de algunas series, como pasó con Los Simpson y Sex & the City, que arrasaron en la taquilla.


Todos esos pasos no hicieron más que cementar el futuro de esta industria y aumentar el poder mediático y productivo de la televisión, convirtiéndola en el “MVP” –jugador más valioso– del 2012.

La revolución de Graduados
La tira de Sebastián Ortega, que terminó el miércoles, demostró que se puede apostar a la ficción siendo originales. Basta de mucamas que se embarazan del hijo del dueño de casa, era hora de cocinar nuevas historias. A fuerza de flashbacks y un elenco estelar –con Nancy Duplaá y Daniel Hendler a la cabeza–, Graduados logró el podio en el rating y el apoyo de las masas que sólo consiguen los programas de culto.

Su éxito no pasó desapercibido en el exterior y, pronto, TV Azteca, de México, estrenará su propia versión.

Dulce amor fue otra de las sorpresas del año, y aunque con actuaciones cuestionables, la novela probó que no hace faltar desarrollar una historia comprometida con la realidad para tener éxito, como sí ocurrió en el pasado con las ideas de Claudio Villarruel Vidas robadas y Montecristo.

Pero en Argentina, el 2012 fue año bueno para la ficción en general. En su segunda temporada, El hombre de tu vida se consolidó en su estilo, que está más cerca de la televisión estadounidense que de la nacional, con cada historia siendo unitaria y resolviéndose en capítulos de una hora.

Por el momento, está descartado que la ficción de Guillermo Francella tenga una tercera temporada, pero los capítulos ya emitidos se verán por el canal HBO y la serie se adaptará en Francia, Colombia, Italia y Turquía.

Otros productos que llamaron la atención fueron Tiempos compulsivos, 23 pares, Babylon y Mi problema con las mujeres. Además, se realizaron cerca de 40 ficciones a partir de planes de fomento impulsados por el Estado nacional. Esos productos se verán en canales estatales y algunos se pueden disfrutar gratis en www.cda.gob.ar.

En Mendoza se dio una hazaña soñada: series realizadas por mendocinos y emitidas en canales locales, como Bhiper Dumas, de Canal 7 Mendoza, o Historias clínicas, de Canal 9.

Los dramas más atrapantes
Su hay una industria en Estados Unidos que no se vio afectada por la crisis económica es la del entretenimiento.

Producciones como Game of Thrones, Sons of Anarchy y The Walking Dead tuvieron temporadas sólidas, que conquistaron hasta el más escéptico de los televidentes.

Dexter, en su séptimo año, recobró la fuerza que había pedido cuando los investigadores empezaron a ceñirse sobre el asesino que mata de noche y trabaja en una estación policial de día.

Breaking Bad siguió siendo la pasión de millones de personas en el mundo entero. La primera parte de su quinta y última temporada fue arrasadora y dejó a todos ansiosos por el estreno de sus episodios finales en julio de 2013.

Se puede seguir enumerando ejemplos, pero lo cierto es que la televisión creció y con tantos buenos productos dando vuelta es hora de dejar atrás el prejuicio de “la caja boba” y animarse a degustar el banquete.


Por Selva Florencia Manzur
Publicado en Diario UNO de Mendoza

23 noviembre 2012

José Carreras: "Mis mejores conciertos los doy en la ducha"



¿Qué se puede decir de un hombre que pisó los escenarios más importantes del mundo y que cantó con algunos de los más grandes intérpretes de la historia? Mucho.

A simple vista, José Carreras, de 64 años, es un hombre cordial y entrañable. Responde a las preguntas con ánimo –aunque se las hayan hecho mil veces– y tiene la risa fácil. Cuando se tienta, su carcajada es explosiva.
Y así, con la humildad de los grandes, Carreras le concedió una entrevista a Escenario & tendencias en la que aborda los aspectos más destacados de su vida: como su carrera, que lo llevará a dar otros cinco recitales antes de fin de año; su futuro, en el que planea volver una vez más a la ópera, y su gran pasión por el fútbol.
El tenor catalán se encuentra en Mendoza para ofrecer hoy, junto con Verónica Cangemi, un recital en los jardines del espacio cultural Julio Le Parc.
–¿Qué opina de Mendoza y qué lugares piensa conocer?
–Espero tener un poco de tiempo para conocer un poco mejor la zona, los viñedos y las bodegas. Lo que he conocido hasta ahora, me ha encantado, sobre todo, el calor de las personas. Todos son muy cordiales.
–¿Ha probado el vino ya?
–Es que el vino de Mendoza se puede probar, incluso, si uno no está en Mendoza. Está prácticamente en todo el mundo. No soy un gran entendido ni un gran bebedor de vino, pero cuando bebo, me gusta el Malbec. Los otros días, en Buenos Aires, fuimos a cenar a un restorán típico, de carne lógicamente, y bebimos un vino mendocino magnífico que era de Catena Zapata. No lo conocía y me encantó.
–Ha cantado en lugares increíbles, como la Plaza Roja de Moscú y el templo de Angkor, ¿pero cuál es el recital que más lo emocionó?
–Es fácil. Después de 10 meses hospitalizado, padeciendo una enfermedad difícil de superar, tuve la suerte de volver a cantar en mi ciudad natal, en Barcelona. Ese, sin duda, fue el recital más importante de mi vida.
–Luego de esa situación extrema, ¿cómo cambió su forma de vivir la vida?
–Cuando se supera una cosa así, como la leucemia, ciertas prioridades en tu vida cambian. Uno madura de golpe. Una vez que se supera y los doctores te dan luz verde, piensas: ‘Si tengo esta suerte, voy a ser el hombre más consecuente y sabio de todos. Seré una persona perfecta’. Luego, uno de nuevo se siente bien y como es humano, cae en los mismos errores que cometió antes. Pero algo así, te hace estar más cerca de los demás.
Un trío irrepetible
–Fue parte de Los Tres Tenores. ¿Cree que hace falta un nuevo fenómeno que vuelva a popularizar la lírica? Como lo hizo con Luciano Pavarotti y Plácido Domingo...
–Creo que la ópera tiene la fuerza suficiente por sí misma y hay cantantes extraordinarios en esta nueva generación. No creo que necesite de un grupo o un terceto, como el nuestro. El nuestro fue un momento puntual y dio a conocer a un público más amplio este tipo de canto. Hay muchos cantantes en el mundo que serían capaces de formar este trío de nuevo, pero tienen que darse dos cosas: que tengan la voluntad de subirse juntos a un escenario, y nosotros tuvimos la suerte de que tanto en lo vocal como personal, fuéramos tan distintos. La fortuna fue que formábamos una química tan especial, que llegaba al público. Eso ni se compra ni se vende. Nada te garantiza que tres cantantes maravillosos se suban a cantar y que las cosas les funcionen como a nosotros.
“Cataluña merece decidir por sí”
–¿Cómo ve el presente de su país?
–Mis país es Cataluña. Creo que con eso le he dicho todo. Tengo una enorme admiración, afecto y agradecimiento por España. Que yo considere a Cataluña mi país, no excluye que considere que España se portó de manera extraordinaria conmigo y que sienta afecto por todo lo español. El día 25 de noviembre tenemos elecciones, veremos qué sucede y si los acontecimiento marcan nuestro futuro.
–Pero tiene sueños para su tierra...
–Sí. Creo que la verdadera democracia es el derecho de decidir de los pueblos, por lo tanto creo que Cataluña merece poder decidir por sí misma. No garantiza nada, pero hay que dar la posibilidad al pueblo catalán de manifestarse y pronunciarse.
Hincha del Barça y de Messi
–Le gusta el fútbol…
–Sí. Soy muy fanático (risas).
–Y tiene a Leo Messi en su equipo, el Barça…
–Esa es una suerte enorme. Poder dedicar dos semanas al fútbol cuando estoy en Barcelona, me encanta. Voy con mi hijo (señala a un joven que está sentado en la sala, escuchándonos).
–Y ¿va a la cancha?
–¿Qué le parece? ¡Claro! Me entusiasma el fútbol, siempre he sido un gran fanático del Barcelona, porque es de mi ciudad. Es un club que tiene una enorme fuerza social, porque durante la dictadura franquista, un poco para defender la identidad de Cataluña y nuestras raíces, la única posibilidad que teníamos de expresar nuestros sentimientos era a través el fútbol.
–¿Piensa en retirarse?
–Ese día va a llegar, pero ni lo he planeado, ni lo pienso cada día. Tengo suerte porque hace 25 años hubiera dicho que me dedicaría a dirigir algún teatro u otra cosa, pero ahora lo tengo claro: me dedicaré a la lucha contra la leucemia, que es una de mis prioridades.
–El 5 de diciembre cumple años ¿cómo lo celebrará?
–En Barcelona y con familia. Llego un día antes de Japón y un día después, me voy a Alemania. Estaré con mis hijos y mis nietos. Tengo dos hijos y cuatro nietos. Aparte del fútbol son, quizás, lo más importante (risas).
–Por último, está acostumbrado a cantar sobre los escenarios, pero ¿lo hace también en la ducha?
–¡Sí! Mis mejores funciones han sido en la ducha.
–Y ¿qué canta?
–Canto de todo. Todo lo que oigo en la calle. Ya lo creo que sí.
Por: Selva Florencia Manzur
Publicado en: Diario UNO

11 mayo 2012

Rodrigo de la Serna: "No pretendo superar lo bueno que fue el 2011"

Con apenas 35 años, Rodrigo de la Serna se ha consolidado como uno de los actores más talentosos que dio la Argentina en los últimos tiempos. El multifacético artista estuvo en Mendoza para presentar ayer por la noche Revolución: el cruce de los Andes en el ciclo Cine en el Parque.

En su visita lo acompañó el director de la cinta, Leandro Ipiña, quien también fue su partenaire de salidas. Ambos estuvieron el lunes recorriendo varias bodegas, como Salentein y Clos de los 7, y por la noche fueron a tomar algo al bar Por Acá, que está en la calle Arístides.

Por cuestión de minutos, De la Serna no se topó en el aeropuerto local con su ex novia la actriz Soledad Fandiño, quien había venido a acompañar a su actual pareja, René, de Calle 13, y se fue de la provincia también el lunes por la mañana. Si bien al actor no le gusta discutir con la prensa sobre su vida privada, se sabe que entre ambos aún hay buena onda.

Ascenso a la fama
Como actor, De la Serna ya tuvo su gran momento en Hollywood, fue en 2004 cuando encarnó a Alberto Granado en Diarios de motocicleta y en compañía de Gael García Bernal. Pero su año más exitoso fue sin duda el 2011, ya que consiguió otro Martín Fierro, estrenó dos cintas en la pantalla grande –Revolución y Mía– y participó en la exitosa tira El puntero, que aquí se vio por Canal 7.

En diálogo con Escenario & tendencias el intérprete se explayó sobre la experiencia de encarnar al general José de San Martín, del cariño que la gente le tomó a su personaje de Lombardo en El puntero y adelantó que pronto traerá a Mendoza la obra de teatro Lluvia constante, en la que actúa con Joaquín Furriel.

El General en la pantalla grande
“Interpretar a San Martín es un sueño y más con la coyuntura del Bicentenario. Además, pudimos filmar una película imposible de hacer por los costos y la producción; si no fuera porque hay un Estado que nos está bancando no se podría haber hecho. Fue un honor impresionante encarnar al general San Martín y más participar en la ópera prima de Ipiña, quien a mi criterio es el gran director del momento”, dijo De la Serna durante una conferencia de prensa en el Ministerio de Cultura.

Luego el actor brindó una entrevista un poco más personal.

Venís de un 2011 excelente en lo profesional, ¿cómo se hace para superarlo o estar a la altura en este nuevo año?
–No pretendo superar un año que es imposible de superar, porque se dieron muchas coincidencias. Revolución se filmó en 2009 y se estrenó justo en 2011, que fue un año en el que hice un programa de televisión muy importante y una obra de teatro de mucha relevancia también. Pretender que esas casualidades vuelvan a repetirse es demasiado. Creo que este año necesito descansar un poco más también, tuve un nivel de exposición muy grande y fue un año de mucho trabajo y muchas satisfacciones, pero muy duro. Este año espero tener un perfil un poquito más bajo.

Tu personaje de José María Lombardo fue muy comentado por el público, por momentos se te veía perfecto en el rol, ¿cómo hiciste para darle forma?
–Pasó algo lindo con Lombardo porque es como si yo hubiera estado listo para hacerlo. Conozco la realidad de mis hermanos villeros y mucho, porque la vivo diariamente en una ciudad y en una provincia donde eso es una realidad palpable. Tengo amigos con esas características también. Fue simplemente dejarme llevar, tratar de divertirme y dar lo mejor de mí. Fue como ponerse la gorra y salir al escenario.

Entraste al proyecto con la seguridad de tener a Pol-ka como garantía de éxito, pero ¿te sorprendió el éxito y repercusión que tuvo a nivel social?
–Pol-ka tiene algo y Adrián Suar es uno de los grandes productores de la TV latinoamericana, sin duda. Es un tipo con una habilidad especial, conoce al público al que van dirigidos sus programas y esto hace que muy pocas veces la pifie como productor. En este caso creo que él tampoco se esperaba un éxito tan rotundo. Todos los sectores de la sociedad vieron este programa. Se generó una devoción y un fanatismo pocas veces visto. El rating acompañó increíblemente, este tipo de programas dan 15 puntos y este dio 22. Fue una locura y una experiencia increíble.

–Volviste al teatro después de 10 años, hablame un poco de la obra que estás presentando ahora en Buenos Aires, Lluvia constante.
–Vamos a seguir con la obra hasta finales de marzo, tuvo mucho éxito en Buenos Aires. Fue mi vuelta al teatro después de muchos años y seguramente hagamos gira luego y vengamos a Mendoza con ella.

En la obra trabajás con Joaquín Furriel y a ambos, además de la actuación, los une ese interés de la prensa por sus vidas personales, ¿cómo vivís ese asedio por tus parejas y tu vida?
–Como lo estoy viviendo en este momento, con cierta molestia y cierta indiferencia.

Formaste parte del grupo de tango El Yotivenco, ¿hay planes para hacer otro disco o tocar pronto?
–El Yotivenco es un grupo que me ha dado una experiencia maravillosa, es una música que nos gusta mucho: el tango y la milonga. Tuvimos la oportunidad de presentarnos en muchos lugares y de que nos escucharan. Además, la juventud hoy tiene poco acceso a esa música porque los medios están volcados a otra cosa, pero soñamos alto con ese proyecto y logramos muchas cosas. Por cuestiones de la vida cada uno tomó su camino. No quita que no podamos hacer algo pronto. Incluso ahora nos han ofrecido venir a tocar a algunas bodegas a Mendoza.

Justamente anduviste recorriendo la provincia y algunas bodegas...
–Gracias a Dios sí. Es un viaje maravilloso, no sólo por el viaje físico sino en lo espiritual al probar un vino tan delicioso. Estoy fresco como una lechuga, porque estuve tomando vino todo el día.

También se te vio por la Arístides el lunes por la noche...
–Sí, fuimos a un bar que queda Por Acá (risas).


Por Selva Florencia Manzur
Publicado en Diario UNO de Mendoza.