28 diciembre 2010

Soledad Silveyra y Alicia Zanca enseñarán teatro en Mendoza

Las actrices recorrieron la Nave Cultural.
Es bueno que la experiencia de los grandes se comparta, que se transmita. Quizá con eso en mente y con muchísima humildad, como la que suelen tener los maestros, Soledad Silveyra y Alicia Zanca pasaron por Mendoza para presentar la rama de teatro de los nuevos Programas de Arte de la Universidad de Congreso (UC).

Se trata de perfeccionamientos en las áreas de danza, canto y teatro, que serán dirigidas por Maximiliano Guerra, la mendocina Verónica Cangemi y Silveyra y Zanca, respectivamente. Las inscripciones comenzarán en febrero, mientras que las clases iniciarán en abril.

–Vienen a dirigir un programa de perfeccionamiento en teatro, ¿cuáles son los objetivos?
Soledad Silveyra: –Venimos con mucha humildad, con la idea de armar un grupo con mendocinos y porteños y quien quiera sumarse para ayudar a que los jóvenes mendocinos puedan acceder más a los grandes profesores que tienen y de otros lugares también. Sabemos que esta provincia es una cuna de talentos, como lo fue Luis Politti, compañero que murió en el exilio. Yo vengo a Mendoza y no puedo dejar de acordarme de él y de su talento. Pero, por sobre todas las cosas, las dos hemos venido a organizar un perfeccionamiento teatral, acompañadas por compañeros mendocinos y ver qué sale de este locro (risas).

–Alicia, ¿tenías ganas de enseñar en el interior del país también?
Alicia Zanca: –
Sí, lo vengo haciendo. He dado clases en Bahía Blanca y en Rosario. Yo aprendí mucho de maestros que fueron autodidactas, como Miguel Lucero u Osvaldo Terranova, entonces en eso creo que las dos nos complementamos muy bien. Ella (por Soledad Silveyra) me convocó para que trabajemos juntas en esto y estoy muy entusiasmada con la idea.

–¿Cómo va a ser la participación de ustedes en este programa?
SS: –
El proyecto está empezando, primero vamos a coordinar desde Buenos Aires para que los alumnos tengan distintos entrenadores de las distintas partes del cuerpo, para que afinen ese instrumento único que tiene el actor, que es el cuerpo. Vamos a tratar de acercarles gente experta, que pueda venir a dar clases, ya que se nos da esta posibilidad de devolver todo lo que Mendoza nos ha dado a las dos, que por lo menos en mi caso ha sido durante 45 años de carrera. El objetivo es juntar gente que sabemos que sabe y traérselos a los jóvenes mendocinos. Seguramente estaremos viniendo una o dos veces al mes para ir supervisando las clases, porque nos hacemos responsables de este proyecto.

AZ: –
Vamos a darles todo lo que hemos transitado en cuanto a la experiencia y vamos a montar una escuela de teatro, en la que al final llevaremos a escena una obra de teatro. Durante el proceso educativo habrá profesores de Mendoza, porque sabemos que aquí hay mucho talento para enseñar.

–A las dos les toca trabajar con talentos jóvenes, ¿cómo ven a las nuevas camadas?
SS: –
Cuando veo a los jóvenes actores comprometidos con su sociedad y con su país me siento muy orgullosa. Por ejemplo, ver una Natalia Oreiro o un Luciano Castro tan compenetrados en lo que están haciendo, porque en nuestra época era más difícil. Me emociona eso de ver que conocen la realidad social, el hecho de abrir los ojos, porque una vez que lo hacés, no los volvés a cerrar.

–Pero faltan de oportunidades, porque en la televisión o el cine no se ven tantos actores del interior…
AZ: –
Hay muchos rosarinos, pero creo que tendríamos que hacer más intercambio de talentos. En ese sentido, Capital Federal es un poco egoísta, pero esa cuestión es ideológica y si las autoridades no se ocupan de mejorar la situación, es muy difícil que uno con voluntad propia pueda hacerlo.

Sobre la cultura y la televisión
–Las dos han trabajado mucho en el rubro televisivo, ¿cómo explican que este año el público haya elegido la TV mediática por sobre la ficción?
AZ: –
Dicen que cuando uno se hunde sale, yo quiero creer que peor que este año no habrá. Pero hay que ver también que hay una complicidad de la gente, porque ellos ocupan la pantalla porque la gente compra. Hay gente que ha lavado el cerebro, desde los militares y otra gente también, pero esto no se cambia en un año. Para superar esto hay que tener conductas ideológicas muy fuertes. Los productores de hoy tendrían que pensar en el monstruo que están creando. Estoy muy dolida con la televisión de hoy y rescato a la ficción por sobre todo; por más que un guión falle, hay actores y gente idónea trabajando.

SS: –Yo no comparto mucho lo que dice Alicia. Creo que Marcelo Tinelli sabe hacer bien lo que hace y está en nosotros, desde la ficción, contestarle con productos buenos. Hoy el reality, a la manera de Gran Hermano o cualquier otro, es un fenómeno global, igual que internet. Son nuevas épocas y hay que ver cómo atraer al público, más allá de Marcelo, que lo hace a su manera.

Solita se pone el traje de productora
Con una vasta experiencia en televisión, cine y teatro, Soledad Silveyra ha vivido diferentes clases de éxito. Sin embargo, este año participó en Secretos de amor, novela del productor Claudio Villarruel que tuvo un abrupto final por falta de rating.

- Qué análisis hacés del año que te tocó vivir?
–Mi año fue pésimo (risas). Pero no me hago demasiado problema. Mientras que algunos años sean malos pero otros sean buenos, la vida se compensa. El año del Tigre vino pegando zarpazos, pero parece ser que el año que viene será mejor. Fue duro porque tuve problemas a nivel de producción, pero más allá de todo, está bueno que la televisión vaya mutando y que Tinelli exista. Es entonces nuestro trabajo, desde la ficción, ver cómo competimos con eso.

–Hiciste una crítica fuerte cuando terminó Secretos de amor, ¿te sirvió en lo profesional?
–Creo que sí, porque conseguí lo que quería, que es que Telefé me contratara como productora, así que cuando termine el 2011 haré un balance sobre cómo me fue produciendo para el canal. Quiero hacer algo para otros, producir algo que no sea para mí.

–¿Es verdad que te ofrecieron conducir Soñando por bailar?

–Sí, es cierto, pero justo surgió esto y, como me vivo quejando, me dieron la posibilidad de hacerme responsable de algo, aunque un poco tarde en la vida me toca (risas)...

Por: Selva Florencia Manzur.
Fragmento de la nota publicada en Diario UNO el 28/12/10.

13 diciembre 2010

Maximiliano Guerra, formador de artistas


Maximiliano Guerra conquistó los escenarios nacionales y después los internacionales gracias a su excelsa capacidad artística. Sin embargo, ser un referente nacional de las artes no le bastó y desde hace tiempo el bailarín está embarcado en un proyecto de formación de jóvenes artistas que se concretó este año con la fundación de su escuela, la Fábrica de Artes, en Buenos Aires.

Pero sin sentirse conforme, y con el afán de darle un toque federal a su objetivo, Guerra se sumó al nuevo programa de artes de la Universidad de Congreso. Este proyecto ofrecerá perfeccionamiento en las carreras de canto, actuación y danza.

La coordinación de las mismas estará a cargo de un panel estelar conformado por el propio Guerra en danza, Soledad Silveyra en actuación y la soprano mendocina Verónica Cangemi en canto. La duración de los mismos será de tres años y las inscripciones comenzarán en enero, mientras el inicio de clases está previsto para abril.
 

En esta entrevista Guerra explicó cómo surgió su interés por la formación de jóvenes artistas y cómo será su presencia en esta iniciativa.


–¿Cómo surge la idea de hacer un proyecto de educativo?
–Siempre tuve la idea de formar un espacio de perfeccionamiento, principalmente porque existe un hueco en el país en cuanto a la formación de profesores de baile profesionales. Esto porque hay profesores que se reciben, pero que nunca han bailado y, por otro lado, hay muchos bailarines que quieren hacer docencia pero no tienen el título. De esta manera habrá buenos bailarines que van a tener el título de profesores también.

–¿Por qué en Mendoza?
–Porque me parece que Buenos Aires está saturada de muchas ofertas y la primera vez que empiezo a pensar en un proyecto así fue acá en Mendoza, junto con Gonzalo Ruiz (coordinador de Arte de la Universidad de Congreso). La idea era armar un centro cultural con una escuela de arte, muy parecido a lo que hago en Buenos Aires con la Fábrica de Arte, que es mi escuela.

–¿Cómo será tu participación?
–Voy a estar en la codirección con Gabriela Pucci, con quien vamos a coordinar cuántas veces vendré, si serán dos veces por mes o cada cuánto. De manera que tengan la constante supervisión de lo que yo quiero como línea estratégica para la carrera.

–¿Cómo nace este interés por formar profesionales?
–Porque hace tiempo noté que cuando veo que viene gente del interior a audicionar suele pasar que tienen muchísimo talento, pero están muy mal enseñados. Entonces, estamos perdiendo bailarines en vez de estarlos generando. Y esto fue algo a lo que siempre me quise dedicar, pero no trayendo a los profesores de Buenos Aires sino trabajando con los profesores locales.

–¿Qué opinás de las nuevas camadas de bailarines argentinos?
–Tenemos un gran problema que es que hay grandes bailarines, como Pablo Piantino, Hernán Cornejo o Marianela Núñez, pero están afuera porque no los hemos podido retener en Argentina, y esto es algo en lo que hay que trabajar para darles un espacio y que puedan trabajar acá también.

–Hace poco presentaste un espectáculo nuevo llamado Carmen ¿pensás traerlo a Mendoza?
–Sí, estoy programando llevarlo de gira a partir de abril y acá vendremos seguro. Pero durante todo el verano vamos a estar presentándola en Mar del Plata con el Ballet del Mercosur.


Por: Selva Florencia Manzur.

10 diciembre 2010

Serrat en Mendoza: íntimo y encantador

La presencia de Joan Manuel Serrat sobre el escenario sigue siendo tan potente como siempre. Esto quedó en evidencia con el recital de dos horas que el cantautor español le regaló a los mendocinos el lunes en el Bustelo.

La excusa de su nuevo paso por la provincia –a casi dos años de su última presentación– fue la gira “Hijo de la luz y de la sombra”, con la que se halla promoviendo su último disco de estudio, que lleva ese nombre, con el que volvió a ponerle música a los versos del poeta español Miguel Hernández.

La propuesta de Serrat para su público estuvo conformada por dos partes. Una primera, con la que mantuvo hipnotizado al público con los versos de Hernández y en el que mezcló nuevas canciones con las del disco de 1972, en el que usó las palabras del poeta por primera vez.

Es así que el público –conformado en su mayoría por mujeres– disfrutó de Dale que dale, El hambre, Nanas de la cebolla y Para la libertad, que fue sin duda la más ovacionada de esta parte. La segunda sección se basó en un repaso de sus éxitos que incluyó La bella y el metro, Princesa, Caminante no hay camino y Hoy puede ser un gran día.

Es sabido que el amor de Serrat por Mendoza no se debe sólo al fervor de su público sino también a su pasión por los buenos vinos. Sin embargo, el show fue una muestra evidente de cuánto disfruta del contacto con su gente y de cómo se entretiene haciéndoles pasar un buen rato.

Más de una vez el auditorio se colmó de risas con las anécdotas que contó y, quizás, el momento más emblemático llegó cuando pidió “por favor” que apagaran el aire acondicionado, ya que pretende prolongar su vida “más allá de Mendoza”.

Promediando el final se despidió de su público dándole un consejo que encargó respetar: “Sean felices”.

Por: Selva Florencia Manzur.
Publicado en Diario Uno de Mendoza.

06 diciembre 2010

El Cuarteto de Nos y la bipolaridad de la fama


Un cuarto de siglo después de editar su primer disco, El Cuarteto de Nos sigue haciendo música y tocando en escenarios cada vez más lejanos de su Uruguay natal. Si bien es un grupo consolidado desde hace tiempo en su país, no fue sino hasta el lanzamiento de Raro (en 2004) que despegó a niveles inimaginados, vendiendo millones de discos y recibiendo nominaciones a los Grammy Latino.

Desde ese despegue, los mendocinos han tenido varias oportunidades de ver a este grupo en vivo, la última vez en el auditorio Ángel Bustelo.

En diálogo con Escenario, Roberto Musso, líder de la agrupación, adelantó los planes de la banda para 2011 y explicó cómo fue que tras tantos años de trabajo están viviendo la gloria y el reconocimiento de un público joven, que empieza a descubrir sus sonidos y contagiosas canciones.

–Vuelven a Mendoza, pero en el marco del festival General Rock, ¿qué expectativas tienen?

–Estamos contentísimos de que se haya se confirmado finalmente la fecha porque es la primera vez que estamos en un festival grande en Mendoza. Ya hemos estado varias veces en San Martín y la última vez en la Capital, y en esa oportunidad se notó mucho el crecimiento de la banda en estos años. Así que estamos con muchas expectativas de lo que va a ser el show.

–¿Disfrutan del ambiente de los festivales al estar en contacto con otros artistas?

–En este último tiempo se nos ha hecho bastante habitual en Argentina y en otras partes de Latinoamérica participar de festivales con otras bandas, y la verdad es que nos gusta mucho. Nos tocó la semana pasada con Divididos, en La Plata, y esta semana estuvimos con Las Pelotas, en Buenos Aires. Lo que tiene de bueno también es tocar frente a un público que no nos va a ver específicamente a nosotros, entonces es un momento interesante para que una banda como nosotros, que está creciendo, se exponga ante un público que no nos conoce tanto.

–Justamente ahora les tocará compartir fecha con Fito Paéz y Dread Mar–I, ¿les da el tiempo para entablar fraternizar con otros artistas?

–A Fito lo conocemos a nivel artístico, no en lo personal. Pero seguro que esta es una buena oportunidad para hacerlo y obviamente que es un referente importantísimo para el rock rioplatense. Por ejemplo, los otros días con Divididos tuvimos la oportunidad de hablar y fue genial.

–Este año se editó Bipolar y estuvieron de gira, ¿qué les depara el 2011?
–El disco salió hace un año en Argentina, pero se ha ido editando paulatinamente en Latinoamérica y eso nos fue llevando a Venezuela, Ecuador, México y Chile, donde salió hace muy poco. Por eso sentimos que tiene una vida útil larga por delante, por lo que el año que viene vamos a volver a todos estos lugares. La apuesta es a mediados de 2011 volver a estos lugares y para finales de año hacer un cierre de la gira de Bipolar en Uruguay y Argentina.

–Durante 20 años se los consideró una banda no comercial, pero luego del éxito que vienen cosechando en los últimos años, ¿creés que sigue siendo así?
–La verdad es que la historia de nuestro grupo es bastante particular porque en Uruguay, desde mediados de los ’90, somos una banda más que establecida. Pero nos costaba muchísimo salir fuera de las fronteras, aunque tampoco era nuestro objetivo único. Fuimos creciendo de a poco y ahora, por ejemplo, que hace poco estuvimos en el Luna Park, fue un hito para nosotros, algo que marcó nuestra carrera. Por ahí, lo que cambió es que hay otro público que nos conoce más.

–Puertas adentro, ¿debaten entre ustedes qué fue lo que generó esa explosión de popularidad del Cuarteto?
–Indudablemente, el disco Raro fue un quiebre, en cuanto a la difusión que tuvo en todos lados porque el 90% de quienes nos conocen fuera de Uruguay es por ese disco. Además, tuvo una producción más cuidada a nivel artístico que los anteriores y la presencia de Juan Capodónico fue vital porque ya en la producción hubo una química interesante. A eso se suma que los cortes de difusión tuvieron muy buenos videoclips, que de repente empezaron a transmitirse por canales que no eran sólo de música y eso ayudó mucho. Fue un cóctel de cosas que trajo ese disco y que mejoró la realidad de la banda.

–Internet es hoy una herramienta importante, a la hora de difundir música y artistas, ¿cómo les ayudó a ustedes?
–En cuanto a difusión, fue decisivo porque una persona ve un video nuestro en la tele y se puede meter a YouTube y escucharlo de nuevo o meterse a Wikipedia para ver la discografía entera del Cuarteto. Y en lugares donde nuestros discos no están editados podés igual ir a tocar porque la gente se sabe los temas. Tenemos Facebook, página web y todo, porque como arma de difusión artística es fabuloso.

–Habiendo conocido el éxito, ¿tienen metas a largo plazo como grupo?
–Capaz que uno de los secretos de estar tanto tiempo juntos, toda una vida en realidad, es no tener objetivos a largo plazo. Las cosas se fueron dando sin pensarlas mucho ni programar nada. Cuando empezamos con la banda, yo tenía 18 años y si me hubieras dicho que a los 40 iba a seguir con el Cuarteto me hubiera reído mucho. 

Por: Selva Florencia Manzur.

05 diciembre 2010

Yes y una noche para no olvidar jamás

De Yes  conocía poco. Sabía que eran un grupo histórico del rock y que era los dueños de Owner of a lonely heart, esa canción irreverente que ha sido reversionada hasta el cansancio. Pero tener la posibilidad de verlos tan cerca de mi casa ha sido un verdadero lujo y algo que no voy a olvidar nunca.

Llegar a verlos con las expectativas altas, pero sin poder adelantarme mucho a lo que iba a ver fue la mejor antesala que podría haberme planteado. Desde que aparecieron en escena y durante dos horas esos monstruos del rock progresivo fueron majestuosos. Las canciones se fueron expandiendo por el Bustelo y creando un ambiente de leyenda, de historia y de buen rock.

El bajo de Chris Squire es perfecto y su carisma arriba del escenario un plus magnífio. Steve Howe es uno de los mejores guitarristas que me tocó escuchar y un verdadero amante de la música, tanto así que cuando se rompió un generador y hubo que detener el show, el músico cazó su acústica y le regaló a los mendocinos una clase magistral de sus habilidades.

Benoit David tiene una voz muy a lo Anderson que encanja perfectamente en el grupo, cosa de cerrar los ojos y pretender que el cantante original verdaderamente estaba en el Bustelo. Y ni hablar del baterista Alan White, quien tocó un solo que dejó a los 1.500 presentes de pie y aplaudiéndolo a lo loco. Oliver Wakeman (hijo del miembro original de Yes, Rick) también le da algo de grandioso al lineup al ocupar el lugar de su padre.

La sucesión de éxitos fue única. Dos horas de canciones largas, ochentosas y perfectamente reproducidas por el quintento. Roundabout, Moon for a day y Astral traveler fueron algunos de los clásicos que regalaron y que seguirán sonando en las cabezas de los afortunados que presenciaron el paso de Yes por nuestra casa...

Por: Selva Florencia Manzur.