08 enero 2013

2012: el año en el que brilló la ficción

Jesse y Walter, en Breaking Bad.

Comerse las uñas por saber si Loly aceptaría que Andy es el hombre de su vida o aferrarse al asiento porque Walter White, el cocinero de metanfetaminas más querido de la TV, está a punto de ser atrapado. Esas son sólo algunas de las sensaciones que nos provocó en 2012 la televisión local e internacional. Sin embargo, fue la calidad de los productos emitidos en estos 12 meses la que evidenció que hace tiempo que la pantalla chica dejó de ser el hermano menor del cine.

Primero fue a través del aumento de los recursos de producción, con shows como CSI redefiniendo lo que podía hacerse en el formato de una hora semanal. Luego, con la importación de actores como Meryl Streep (en Damages) y Dustin Hoffman (Luck) a dramas televisivos. Pero el saltó más alto vino con las versiones para cine de algunas series, como pasó con Los Simpson y Sex & the City, que arrasaron en la taquilla.


Todos esos pasos no hicieron más que cementar el futuro de esta industria y aumentar el poder mediático y productivo de la televisión, convirtiéndola en el “MVP” –jugador más valioso– del 2012.

La revolución de Graduados
La tira de Sebastián Ortega, que terminó el miércoles, demostró que se puede apostar a la ficción siendo originales. Basta de mucamas que se embarazan del hijo del dueño de casa, era hora de cocinar nuevas historias. A fuerza de flashbacks y un elenco estelar –con Nancy Duplaá y Daniel Hendler a la cabeza–, Graduados logró el podio en el rating y el apoyo de las masas que sólo consiguen los programas de culto.

Su éxito no pasó desapercibido en el exterior y, pronto, TV Azteca, de México, estrenará su propia versión.

Dulce amor fue otra de las sorpresas del año, y aunque con actuaciones cuestionables, la novela probó que no hace faltar desarrollar una historia comprometida con la realidad para tener éxito, como sí ocurrió en el pasado con las ideas de Claudio Villarruel Vidas robadas y Montecristo.

Pero en Argentina, el 2012 fue año bueno para la ficción en general. En su segunda temporada, El hombre de tu vida se consolidó en su estilo, que está más cerca de la televisión estadounidense que de la nacional, con cada historia siendo unitaria y resolviéndose en capítulos de una hora.

Por el momento, está descartado que la ficción de Guillermo Francella tenga una tercera temporada, pero los capítulos ya emitidos se verán por el canal HBO y la serie se adaptará en Francia, Colombia, Italia y Turquía.

Otros productos que llamaron la atención fueron Tiempos compulsivos, 23 pares, Babylon y Mi problema con las mujeres. Además, se realizaron cerca de 40 ficciones a partir de planes de fomento impulsados por el Estado nacional. Esos productos se verán en canales estatales y algunos se pueden disfrutar gratis en www.cda.gob.ar.

En Mendoza se dio una hazaña soñada: series realizadas por mendocinos y emitidas en canales locales, como Bhiper Dumas, de Canal 7 Mendoza, o Historias clínicas, de Canal 9.

Los dramas más atrapantes
Su hay una industria en Estados Unidos que no se vio afectada por la crisis económica es la del entretenimiento.

Producciones como Game of Thrones, Sons of Anarchy y The Walking Dead tuvieron temporadas sólidas, que conquistaron hasta el más escéptico de los televidentes.

Dexter, en su séptimo año, recobró la fuerza que había pedido cuando los investigadores empezaron a ceñirse sobre el asesino que mata de noche y trabaja en una estación policial de día.

Breaking Bad siguió siendo la pasión de millones de personas en el mundo entero. La primera parte de su quinta y última temporada fue arrasadora y dejó a todos ansiosos por el estreno de sus episodios finales en julio de 2013.

Se puede seguir enumerando ejemplos, pero lo cierto es que la televisión creció y con tantos buenos productos dando vuelta es hora de dejar atrás el prejuicio de “la caja boba” y animarse a degustar el banquete.


Por Selva Florencia Manzur
Publicado en Diario UNO de Mendoza

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