Adrián Dárgelos habla con el público. ¡Habla! Desde el momento en que dijo más que "hola", los presentes supieron que ese recital iba a ser diferente, especial, y lo fue. Babasónicos presentó el viernes 23 de septiembre su décimo disco, "A Próposito", en Mendoza y dio un repaso de dos horas por lo mejor de su carrera.
El concepto del show fue novedoso y atinado: cantar temas del disco nuevo intercalándolos con los éxitos, esos que conocemos todos. Y así se fueron sucediendo "Flora y Fauno", "Risa", "Los calientes", "Fiesta popular" y "Deshoras". Pero no fue sino hasta la mitad del show cuando las sorpresas empezaron a llegar, con "Valle de valium", "Posesión del tercer tipo" y "Egocripta".
Ni hablar de que Dárgelos cada tanto cortaba el show para decirle al público lo bien que la estaba pasando. Algo tan poco Dárgelos, pero que le quedó tan bien al frontman que todos se lo perdonaron.
Técnicamente, la banda sonó muy bien y la voz del líder es, como siempre, igual a la de los CD. No obstante, hay que reconocer que hubo algunos acoples que molestaron bastante. El show de luces que se erguía detrás del grupo le agregó psicodelia a la noche, dándole ese toque colorido que todos los discos de la banda traen desde "Jessico".
Así, Babasónicos brindó un show atípico por su extensión, por mezclar temas y no mantenerse fieles a la grabación y por rendirle homenaje a los fans viejos, esos que los conocen desde "Pasto" y que aman "Miami". ¿Qué motivó el cambio en ellos y en Dárgelos? No se sabe, quizás fue la paternidad, pero no importa: lo que importa es que sigan haciéndolo así, igual que en Mendoza.
Por Selva Florencia Manzur
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